miércoles, 28 de diciembre de 2011

Yo anduve por Venecia cuando tú la soñabas








Yo anduve por Venecia cuando tú la soñabas
y sentías lejano el dolor de la ausencia.
En las encrucijadas,
quedaron mis pasos, esperándote
tras las viejas canciones
y espiando la mirada inquietante de un nuevo silencio
que iba creciendo como la mansedumbre de los gatos.
Pisé el mármol blanco desgastado y húmedo,
contra las olas de los que partían
se mojaban sin piedad mis zapatos,
y debajo de los oscuros porches de las tiendas del vidrio,
o en cualquier plaza tranquila con sabor de amaranto,
ardía, en el aire del verano,
el sendero abierto por un violín estremecido.




Fotografía de Mónica Bellucci en la película de Philippe Garrel







miércoles, 14 de diciembre de 2011

Después de ti, tu boca,








Después de ti, tu boca,
ese paréntesis cálido de cruces sin destino
donde me dejó el olvido.
Un vocablo quedó entre tus labios,
un anuncio de fuego, la llama sin recuerdo,
la lluvia impertérrita que siempre se pronuncia a todos.
Nunca fue tu falda un mundo de imposibles para mis manos,
ni tus muslos desnudos y blancos
una vuelta más a Cartago y a la derrota.
Crucé la senda oscura de la noche como tantos,
y dormí junto a ti, encimado a tu vientre,
sin saber de los días hasta la media tarde.
Ahora ya sé - los años no perdonan -
todas las ciencias exactas que ocultaba tu piel.
Sé del color aceituna de tus ojos
cuando mirando a lo lejos buscaban siempre otro peligro,
de la densidad del vaho que dejabas
cuando acercándote a mí
me citabas con un nombre ficticio.
Sé cuanto tuve de ti, lo que llegué a perder
mientras iba y venía por la vida
tras un hilo caliente nacido de tu boca.







Foto de Mario Sorrenti de Kate Mosse